"Pequeños grandes logros: habilidades motrices en el desarrollo infantil"

El día que tu bebé nace es una mezcla de felicidad, cansancio y emociones. Pero estoy segura que también entran emociones como el miedo, incertidumbre y ansiedad. Uno de los miedos comunes es saber si lo que hace tu bebé es normal o anormal. A continuación analizaremos lo que es normal dentro de la motricidad fina y gruesa según la teoría de Arnold Gesell desde los primeros meses hasta los 3 años de vida. 

Imagen tomada de: 136260931.jpg

Primeramente el desarrollo motriz grueso es aquel que implica el control y movimiento de grandes grupos musculares grandes, y el desarrollo motriz fino es aquel que necesita del desarrollo de las habilidades en las que se utilizan músculos pequeños de las manos y brazos para concretar movimientos precisos (Villanueva, 2014).

Hay múltiples etapas para el desarrollo motriz fino y grueso según Gesell y Bates (1997):

Primeras semanas:

4 semanas

A la combinación del brazo doblado, el otro estirado y la cabeza volteada se le llama actitud de reflejo tónico cervical. A veces agita los brazos en el aire con movimientos simétricos. Pero la mayor parte de la conducta postural es asimétrica, a eso de las 16 semanas va cediendo. Los puños por lo general están cerrados.

Primeros meses:

4 meses

Abre las manos cuando está relajado. Le gusta sentarse recargado en la almohada y levantar la cabeza (que ya no necesita sostén).            La cabeza es más móvil y se incorpora al plano medio más seguido. Le gusta mirar a su alrededor. El reflejo tónico cervical empieza a desvanecerse.

7 meses

Se sienta sin ayuda. Si tiene un cubo enfrente de él se inclina y lo toma con las dos manos y lo pasa de una a otra.           Explora los objetos activamente con las manos y se los lleva a la boca. Se lleva los pies a la boca.

10 meses

Las piernas ya soportan el peso total del cuerpo. Gatea un poco. Sentado puede inclinarse y regresar a su posición inicial cuando quiera. La prensión con el pulgar e índice le permite hurgar, revolver y arrancar.

Primer año:

Un año

Gruesa: Gatea, puede ser nombre manos y rodillas, o manos y pies. No resiste el impulso de levantarse sobre los pies. Puede pararse sin ayuda, pero no sostenerse del todo bien por la falta de equilibrio. Camina, pero no sin apoyo (agarrado de las manos o de algo estable).                                                              Fina: La prensión fina es hábil y precisa. Casi posee ya la voluntad de soltar cosas voluntariamente Es tan atractiva la idea de prensar algo como de soltar.

Un año y medio

Gruesa:  Ha logrado un dominio parcial de sus piernas. Camina y medio trota. Puede treparse a una silla de adulto. Con ayuda sube escaleras y sin ayuda las baja.                                              Fina: Manualmente puede colocar un cubo sobre otro. Puede dar vuelta a varias páginas a la vez. Puede arrojar una pelota. Usa herramientas sencillas como cuchara para sacar agua o arena, crayón para garabatear.

Segundo año:

Dos años

Gruesa: Posee rodillas y tobillos más flexibles. Puede correr. Patear una pelota. Puede subir y bajar escaleras solo, y saltar el último escalón mientras baja. Tiene tendencia a expresar sus emociones bailando, saltando, aplaudiendo, brincando o riendo de buena gana.                                                            Fina: Control manual ha progresado, puede dar vuelta a las páginas una por una. Sostiene la crayola en forma de puño. Imita ciertos diseños en vertical y horizontal. Manipula objetos con sus manos. Garabatea.

Tercer año:

Tercer años

Gruesa:   Habilidad de correr y de saltar. Puede pedalear un triciclo. Es capaz de trepar. Puede patear y atrapar una pelota                                                         Fina: Dibujar un círculo. Dibujar una persona. Utilizar tijeras con punta chata. Vestirse solo (con supervisión). Sostener plumas y lápices con el dedo pulgar e índice.

Comprender el desarrollo de la motricidad fina y gruesa según Arnold Gesell nos permite reconocer los patrones naturales de maduración en la infancia y acompañar de manera adecuada el crecimiento de los niños. Al conocer estos procesos, como padres y educadores se pueden fomentar actividades que estimulen sus habilidades de forma respetuosa y acorde a su etapa evolutiva, asegurando así un desarrollo equilibrado y armonioso. 

Para ampliar el conocimiento del desarrollo fino y grueso, pueden ver el siguiente vídeo:

https://youtu.be/RAwcv2LJiSg?si=YNO0y5oZ9TyR-Ydz 

Bibliografía:

• Corréales, S. (S.f). La habilidades motrices finas. Escuela para padres.
• Illinois. (s.f). Área 2.0 Motricidad fina. Early Learning Project
• Gesell, A y Bates, L. (1997). El niño de 1 a 5 años. PAIDÓS
• Villanueva Campos, M. I. (2014). Desarrollo motor en los niños y niñas de 2 años de las salas de estimulación temprana en el distrito de Chimbote en el año 2014. [Universidad Católica los Ángeles de Chimbote].